Disruptores endocrinos

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Los disruptores endocrinos son sustancias no producidas por nuestro organismo, naturales o creadas por la acción del hombre (Ej: procesos industriales), que alteran la función del sistema endocrino y, por consiguiente, causan efectos adversos en la salud de una persona sana o en sus descendientes.

¿Cómo actúan estos disruptores?

Los disruptores endocrinos pueden interferir con el sistema endocrino, de tres maneras diferentes:

  • imitando la acción de una hormona natural, como el estrógeno o la testosterona y provocando reacciones similares en el cuerpo.
  • mediante el bloqueo de los receptores en las células que reciben las hormonas (receptores hormonales), lo que hace que estas hormonas no sean funcionales.
  • interfiriendo en la síntesis, transporte, metabolismo y excreción de hormonas, alterando así las concentraciones de las hormonas naturales en el cuerpo.


¿Qué tipos de disruptores existen?

Hay dos clases de sustancias que pueden causar alteraciones endocrinas:

Hormonas naturales

Como los estrógenos (responsable del desarrollo sexual femenino), la progesterona y la testosterona (andrógenos: = responsables del desarrollo sexual masculina) que se encuentra naturalmente en el cuerpo de los seres humanos y los animales, y los fitoestrógenos, sustancias presentes en algunas plantas, que muestran actividad similar al estrógeno cuando son ingeridos por el cuerpo. Estas hormonas naturales se cree que se descomponen fácilmente en el cuerpo humano, por lo que no afectan al organismo, pero no así en el caso de las sustancias artificiales.


Sustancias artificiales

Hormonas producidas sintéticamente

incluyendo aquellas hormonas que son idénticas a las hormonas naturales, tales como anticonceptivos orales, el tratamiento de sustitución hormonal y algunos aditivos de alimentos para animales, que han sido diseñado intencionalmente para alterar y regular el sistema endocrino.

Productos químicos fabricados por el hombre

diseñadas para usos industriales, como en los productos de limpieza industriales, algunos pesticidas agrícolas, y en algunos aditivos plásticos. En este grupo también se incluyen los productos químicos producidos durante los procesos industriales, como es el caso de las dioxinas. Algunos de estos disruptores endocrinos son persistentes en el medio ambiente al no poder ser degradados fácilmente (contaminantes orgánicos persistentes o COPs), por lo que pueden llegar a acumularse y generar serios problemas.



Todavía se están estudiando los posibles efectos de estas sustancias, sobre todo si la exposición es a bajas cantidades durante un largo periodo de tiempo.


Efectos y exposición en los seres humanos

Para los seres humanos, las posibles vías de exposición a los disruptores endocrinos son la directa a través del lugar de trabajo y/o través de productos de consumo como alimentos, ciertos plásticos, pinturas, detergentes y cosméticos, así como la exposición indirecta a través del medio ambiente (aire, agua, suelo).


Potenciales efectos

  • una reducción de la fertilidad masculina
  • algunas anormalidades en los órganos reproductores masculinos
  • enfermedades reproductivas femeninas
  • Alteraciones del inicio de la pubertad
  • Alteraciones del ratio de sexos en nuevos nacimientos (disminución en el nacimiento de varones)
  • Alteraciones en el desarrollo neurológico


¿Qué medidas de protección existen para proteger al consumidor?

Para proteger de los potenciales efectos en la salud de estos compuestos, se establecen niveles máximos por ejemplo, para su uso en materiales en contacto con alimentos, que limitan las cantidades máximas que pueden ser liberadas de estos compuestos en los alimentos almacenados en ellos (fenómeno conocido como “Migración”).


Para los residuos de productos fitosanitarios, la UE ha definido los niveles máximos que no pueden ser superados. Siempre y cuando estos se cumplen, se espera que los consumidores no experimenten efectos adversos para la salud. Lo mismo ocurre con otros contaminantes como los metales pesados (Plomo, Cadmio, Mercurio).


Si estos límites se respetan, de acuerdo con las evidencias científicas disponibles actualmente, no deberían de existir efectos adversos para el consumidor.


Referencias


Consumidor - Disruptores endocrinos - ELIKA