Halal

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Son aquellos que se ajustan a las normas alimentarias que dicta la religión islámica y, por tanto, los únicos que deben consumir sus creyentes. Esta religión no sólo promueve ciertos valores morales, sino también obliga a ciertos comportamientos. En el ámbito de la alimentación los musulmanes tienen dos obligaciones importantes: hacer ayuno en el mes del Ramadán, y consumir únicamente los “alimentos Halal” o permitidos. Tal como recoge su libro sagrado (El Corán), son alimentos prohibidos o “Haram”: las bebidas alcohólicas, la sangre de cualquier animal, y la carne de ciertos animales. La carne de cerdo o jabalí no está permitida para un creyente musulmán. No sólo deben evitar estos alimentos, sino cualquier otro que los contenga como uno de sus ingredientes (el chorizo, la morcilla o las galletas con grasa de cerdo, así como aditivos como la gelatina).


Además, el animal cuya carne está permitida (la vaca, la oveja o el pollo, por ejemplo) ha de ser sacrificado siguiendo un ritual determinado. De hecho, el matarife suele ser una persona religiosa que invoca el nombre de Ala en el momento de seccionar la yugular del animal para que se desangre total y rápidamente.


El grado de cumplimiento de estas normas religiosas es bastante variable pues depende de aspectos como la edad o el país de origen del creyente.


De esta manera, la religión islámica establece una dicotomía entre alimentos permitidos y prohibidos, y sus seguidores hacen su elección de alimentos ajustándose a estas normas religiosas y no sólo atendiendo a normas dietéticas.


Para tener garantía de que un alimento es Halal, lo habitual es adquirirlo a alguien de quien se tiene seguridad que comercializa alimentos permitidos por la religión musulmana en un comercio del entorno. El único sello existente en España para garantizar que un alimento es apto para el consumo de un creyente musulmán es el que emite el Instituto Halal de la Junta Islámica ubicado en Córdoba. Los alimentos con este sello suelen ser comercializados en grandes superficies; un espacio comercial donde no existe una relación de confianza entre el consumidor y el vendedor.


Referencia


Instituto Halal