Agua
La molécula del agua está constituida por un átomo de oxígeno (O) y dos de hidrógeno (H). El agua es el principal constituyente de los seres vivos, estimándose que forma parte del un 50-60% del peso de una persona adulta, formando parte tanto de las células del organismo como de los líquidos en circulación (sangre, linfa, jugos digestivos, etc.).
El agua puede considerarse como el nutriente más importante, estando comprometida la vida si el organismo está privado de este nutriente en un corto periodo de tiempo.
El agua participa en infinidad de procesos y desempeña multitud de funciones. Entre ellas se podría destacar su función estructural (componente de muchos tejidos), ser el medio en el que tienen lugar las reacciones químicas, ser el medio de digestión y absorción de la mayor parte de los nutrientes, ser el medio de transporte y distribución de los nutrientes y otros compuestos, ser el medio de eliminación de las sustancias de desecho hidrosolubles, participar en el control de la temperatura corporal, etc.
Al igual que en el ser humano, el agua es también un componente de primer orden en los demás seres vivos y, por tanto, en gran parte de los alimentos.
El agua determina en gran medida la textura de los alimentos, su utilización por parte del organismo, su preparación culinaria, etc. Además del contenido en agua es necesario conocer la disponibilidad de utilización del agua en un alimento, lo cual va a ser el principal determinante de la vida útil del producto, teniendo una relación directa con las reacciones de deterioro.
Referencias
Etaio I. 2008. Agua en Bases de la Alimentación Humana. (Coord., V.M. Rodríguez, E. Simón). Ed. Netbiblo S.L., La Coruña, España, pp. 87-99.
