Es el único hidrato de carbono presente en la leche de los mamíferos y es conocido como el azúcar de la leche.
La concentración varía en función de la especie animal y así en la leche de vaca contiene un 5% de lactosa mientras que la leche de mujer aporta un 7% aproximadamente.
Aparece en la leche y en algunos derivados lácteos como el yogur pero, sin embargo, los quesos apenas contienen lactosa, debido al proceso de fermentación.
Químicamente es un disacárido formado por la unión de galactosa y glucosa, que mantiene aún el poder reductor de los azúcares.
La lactosa representa una fuente energética de fácil utilización y favorece la absorción de algunos minerales como el calcio y magnesio. Para su digestión y absorción intestinal, es necesario que la lactosa sea digerida por un enzima de la mucosa intestinal denominada lactasa. Cuando existe deficiencia de este enzima se produce la denominada intolerancia a la lactosa
Referencia
Leche y derivados lácteos en “Tratado de Nutrición”. Angel Gil. Panamericana, 2010 (2ª ed)