Hambre
El hambre se define, dependiendo de en qué contexto se emplee, como un antojo o una necesidad urgente de comida. En la actualidad, abundantes pruebas indican que los mecanismos homeostáticos (conjunto de reacciones coordinadas y automáticas que mantienen el equilibrio interno del organismo -respiración, regulación de la presión arterial, mantenimiento de los niveles de glucosa, entre muchos otros-) y cognitivos (la forma que tiene nuestra mente de procesar y almacenar información a partir de los datos que aportan nuestros sentidos y nuestro conocimiento adquirido -aprendizaje, motivación, autorregulación, entre muchos otros-) son los que promueven la sensación de hambre. La comunicación entre el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central regula los mecanismos homeostáticos y cognitivos para controlar la sensación de hambre o apetito y, por tanto, la conducta alimentaria.
Referencia
- Davis J. Hunger, ghrelin and the gut. Brain Res. 2018 Aug 15;1693(Pt B): 154-158. doi: 10.1016/j.brainres.2018.01.024. Epub 2018 Jan 31. PMID: 29366626.
