Rehidratación
Consiste en la reposición de los líquidos corporales perdidos en un proceso de deshidratación debido, por ejemplo, a un exceso de sudoración, diarrea, etc.
En función del grado de deshidratación el tratamiento de rehidratación puede ser más o menos complicado. Así, tomar líquidos generalmente es suficiente en casos de una deshidratación leve. Es mejor tomar pequeñas cantidades de líquido frecuentemente (utilizando una cuchara o una jeringa en los bebés y en los niños), en vez de tratar de forzar la ingesta de una gran cantidad de líquido de una sola vez. Existen en el mercado bebidas y disoluciones para corregir los procesos de deshidratación de manera segura, que aportan agua, glucosa y electrolitos.
En los casos de deshidratación moderada a grave, puede ser necesaria la hospitalización del paciente y la administración de líquidos intravenosos.
Referencias
Macarulla MT, Portillo MP, 2008. Utilización del agua y regulación del equilibrio hidro-electrolítico. En "Bases de la alimentación humana” Coordinadores V.M. Rodríguez, y E. Simón Ed. Netbiblo, La Coruña (España)
Casellas F, 2008. Modificaciones dietéticas ante la diarrea. En “Nutrición y dietética clínica” 2ª edición. Editor J. Salas-Salvadó Ed. Elsevier-Masson, Barcelona (España)
